Otro campo en el que la cooperación es vital es el de los presupuestos y las finanzas. Determinen que cantidad de dinero les quedará después de cubrir impuestos y los ahorros.
Luego presupuesten una cantidad dada para cada gasto fijo (como, por ejemplo, el alquiler), y para cada gasto estimado (tales como alimentos, artículos para el hogar, calefacción, electricidad, ropa y diversiones).
No se olviden de reservar cierta cantidad de dinero para urgencias. Una vez que hayan determinado la cantidad que pueden gastar, apéguense al presupuesto. Ni el uno ni el otro tiene derecho a extravagancias sin antes consultar al cónyuge.¿Recuerda que forman una asociación?
Planeen sus compras
Actúen también como sociedad al hacer sus compras. Los gastos importantes en alfombras, cortinas y muebles requieren mucha planificación y búsqueda, hasta encontrar los artículos apropiados a los precios que se puedan permitir pagar.
El escogerlo todo juntos es divertido y muy satisfactorio. Cuando sus gustos difieran, buscarán cosas que agraden a ambos. Y hablarán de la clase de valores que expresará su hogar.
¿Qué importa más? ¿El costo, el aspecto o la durabilidad de las cosas? ¿Quieren tener un hogar que impresione a las visitas o que sea acogedor y agradable?
También la compra de cosas pequeñas tales como la ropa puede constituir un esfuerzo cooperativo. Por ejemplo, si su esposa combina telas y colores mejor que usted, pídale consejo para adquirir sus camisas, corbatas y calcetines. Si su marido tiene buen ojo para determinar lo que le sienta bien, acepte susconsejos.
El vestirse bajo un presupuesto modesto no implica tener aspecto desaliñado. Incluso con el presupuesto más bajo se puede presentar uno bien. Sea prudente en sus compras y espere las ventas con descuentos.
Luego escoja las cosas con mucho cuidado, recordando que todo lo que lleve puesto tiene como finalidad realzar favorablemente su personalidad interna. Por consiguiente, escoja sus ropas del modo en que un pintor selecciona los marcos para sus cuadros.
El artista buscará algo que haga resaltar muy bien lo mejor de su creación, y no utilizará nunca algo que resulte pesado o que distraiga. Si un pintor escucha a un observador decir: “¡Qué marco más hermoso!, sabrá que ha cometido un error de juicio. Por eso, confíe en su cónyuge para que le indique lo que mejor le sienta.
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